Comentamos un día que tenemos guardada una manzana del bosque para saber si es verdad que una planta salvaje, que había crecido sin pesticidas ni abono, no se pudre, sino que simplemente se deshidrata y marchita.
La foto es la imagen actual de la manzana. Han pasado unos cuatro meses después de la recogida.
Ha cambiado de color, de verde a marrón, pero no tiene aquel olor característico de putrefacción. Su aroma es más bien dulce, muy parecido al del mosto.
Si fuera una manzana comprada en un establecimiento convencional, cuatro meses después, ya no conservaría esta forma. Ya antes que nada la habríamos tirado por el mal olor. A ver hasta cuándo aguanta y cómo va cambiando…
Qué interesante! ^^
Gracias, Patricia, por el comentario. La manzana está cambiando de color estos días, pero mantiene su buen aroma. ¡Hasta luego!