Mañana es San Valentín, día en el que las chicas regalan chocolate a los chicos que les atraen… ¿?
¿Eso pasa solamente en Japón?
Lo cierto es que fue una estrategia comercial de las compañías de dulces la que implantó esta curiosa costumbre en Japón. El marketing tuvo tanto éxito que ya hace años que celebramos ese día regalando chocolate.
Aparte del chocolate que se regala a la persona especial, llamado honmei-choco (chocolate para la persona especial), hay también guiri-choco (chocolate de cortesía o de compromiso), que las mujeres regalan a varones hacia los que no tienen un sentimiento especial, tales como compañeros de trabajo o jefes. Esto se hace como señal de cortesía con el objetivo de tener con ellos mejores relaciones sociales.
Recientemente, existe también tomo-choco (chocolate para amigas porque «tomo» viene de «tomodachi», que significa amig@s), que se regalan entre amigas también como señal de cariño y de amistad.
En cualquier caso, ¡qué astutas las compañías chocolateras en Japón, que hacen consumir a la gente mucho chocolate en ese día!
Y yo… también he caído alegremente en esa trampa comercial, porque estos días tengo ganas de comer dulces de chocolate. Pero, como siempre, nuestra versión es vegetal y además para mi estómago, que es algo sensible a cacao, utilizamos algarroba, aunque para quienes no tienen el mismo problema, por supuesto que se puede hacer con cacao.
Hoy hemos utilizado harina de arroz y harina de arroz glutinoso en vez de harina de trigo.
El arroz glutinoso, llamado también «arroz dulce» o «arroz para mochi», es un tipo de arroz con el que se hace mochi y queda elástico si se cocina y se machaca. Hemos utilizado harina de este arroz para que el pastel quede algo espeso y que gane una textura más parecida a la del brownie.
Ingredientes:
- 80g. de harina de arroz
- 20g. de harina de arroz glutinoso
- 20g. de harina de algarroba (o cacao)
- 1 pizca de sal
- 1/4 cucharadita de bicarbonato sódico
- 1/2 taza de zumo de manzana (100 ml.)
- 1 cucharada de ron
- 1 cucharada de vinagre
- 1 cucharada de aceite (de sésamo no tostado, de oliva, etc.)
- 1 o 2 cucharadas de nueces
- 1 o 2 cucharadas de pasas picadas (si se prefiere más dulce, se puede añadir más.)
- Calentar el horno a 160 grados.
- Mezclar en un bol la harina de arroz, la harina de arroz glutinoso, la harina de algarroba, sal y bicarbonato sódico, con una batidora manual.
- En un recipiente aparte, mezclar el resto de ingredientes.
- Mezclar todos los ingredientes con una pala y ponerlo en un molde.
- Cocinar a 160 grados en el horno durante 15 minutos y, si al pinchar la masa con un palillo no se pega líquido, sacar el molde del horno.
- Tapar el molde con un papel de cocina y encima un papel film para evitar que se seque mientras se enfríe.
- Cuando ya no esté caliente, se corta y se sirve.
Notas
- Si no tenemos tiempo, no hace falta que piquemos las pasas, pero si están en trozos pequeños reparten más homogéneamente su dulzura por todo el pastel.
- Al mezclar el vinagre y bicarbonato sódico, comienza a hincharse la masa. Por eso, cuando se mezclen todos los ingredientes no esperéis a ponerlo en el horno para que no se consuma la reacción entre esos dos ingredientes, que hacen subir la masa.
- Como este brownie no tiene azúcar, huevo ni mantequilla, a diferencia de pasteles convencionales, se seca más fácilmente, por lo que os recomendamos conservarlo cubierto en un papel film.
Un comentario en “Por San Valentín, un Brownie”