Una pizza con alga hijiki con tomate era una receta que quería probar desde hace tiempo porque me parecía una combinación atrevida y porque no podía imaginar cómo sería el sabor.

Y la hice en casa, con un queso vegetal hecho de leche de soja por encima, y me gustó.

Una «pizza sin queso» en sí puede parecer una broma para los que no sean veganos, pero no hay que escandalizarse por las ideas nuevas.

Desde que soy vegetariana, tengo una mentalidad más flexible y libre a la hora de cocinar. Antes tenía conceptos bastante rígidos sobre qué ingredientes tenemos que utilizar y para qué tipo de platos, pero ahora tengo ideas más abiertas ante las muchas posibilidades que existen para combinar los ingredientes y sabores.

Desde que he limitado mi arsenal culinario a los ingredientes vegetales, he ampliado mucho mi horizonte para nuevos experimentos. Es curioso, pero es así.

Otro experimento más atrevido que hice ayer: una pizza de mochi de arroz integral. La masa es mochi finalmente cortado y está hecha en sartén. El mochi queda crujiente como okaki o senbei (galletas japonesas hechas de arroz) y está buenísimo.

El problema es que el mochi normal (o sea, el de arroz blanco) es bastante caro en España y que además, si se trata de mochi de arroz integral, no lo encuentro en ninguna tienda.

Si alguien conoce algún sitio que venda mochi integral, le agradecería muchísimo que nos lo dijera. ¡Hasta pronto!