«Tengo mucho jengibre en casa y no sé qué hacer con él!» Si este es tu problema, aquí tienes una solución. Hoy prepararemos «gari» con jengibre.
¿Has visto alguna vez al lado de las piezas de sushi algo parecido a láminas tiernas de color rosa o blanco? Éstas son gari. Está hecho de jengibre y es picante, pero a la vez dulce. Su sabor intenso nos ayuda a refrescar la boca mientras comemos pescado crudo.
Aunque no comamos sushi, se puede acompañar gari con otros platos como espagueti a la japonesa con sabor de salsa de soja. También está bien si lo utilizamos en obento (comida para llevar) porque le da un color alegre.
Este color rojizo es por el «umesu«, líquido que se genera en el proceso de hacer ume-boshi (encurtido de ciruelas).
Gari se puede comprar en establecimientos de alimentación oriental, pero a menudo tiene aditivos. Por eso preferimos hacerlo en casa. Como se trata de un tipo de encurtido, se conserva bastante tiempo si lo ponemos en un envase higiénico y lo guardamos en refrigeración.
En el mercado alimenticio de Japón circulan dos tipos de jengibres, «shin-sohga» (jengibre nuevo) y «hine-shoga» (jengibre viejo). El primero se refiere al jengibre recién cosechado, que es más tierno, menos picante y más blanco, mientras que el segundo es el jengibre que lleva más de dos meses cosechado. Tiene un color amarillo, su picor se acentúa con el tiempo y sus fibras se hacen más firmes.
Para hacer gari, es mejor utilizar «shin-shoga» por ser más tierno de textura y más suave de sabor. Pero si no se consigue este tipo de jengibre, tampoco pasa nada. En caso de utilizar «hine-shoga», se añade más endulzante para suavizar su gusto picante.
Aquí va la receta. La cantidad que se presenta en ella no es demasiado grande y por supuesto, se puede hacer más según la cantidad que se tenga de jengibre.
Ingredientes
- Un trozo relativamente grande de jengibre (unos 75 g.)
- 2 cucharadas de umesu
- 1 cucharadita de sirope de ágave (se regula la cantidad al gusto)
- 2 tazas de agua (para cocer el jengibre)
- Lavar muy bien el jengibre y cortarlo finamente.
- Hervir dos tazas de agua en una cazuela y poner el jengibre.
- Cuando rompa a hervir de nuevo, rápidamente se saca el jengibre del agua (no cocer demasiado tiempo: como máximo se deja 30 segundos en el agua para que no se escape el sabor).
- Escurrir las láminas de jengibre en un colador.
- Cuando el jengibre esté más seco, sumergirlo en una mezcla de umesu y sirope de ágave.
- Guardarlo tapado en un envase bien limpio. Se conserva en nevera y puede comer a partir del día siguiente.
Notas
- Para guardar gari, es mejor sumergir el jengibre por completo en umesu para que se conserve mejor.
- En lugar de sirope de ágave, se puede utilizar otros endulzantes al gusto, pero no se recomienda utilizar un endulzante con color demasiado fuerte para no estropear el bonito color de umesu.
- Se recomienda que el caldo de cocción del jengibre no se tire. Se puede utilizar, por ejemplo, para hacer sopa de miso o crema de verduras con un toque un poco picante. O también, si se calienta y se endulza, se puede tomar como una bebida dulce que te proporciona un calor agradable.