Japón tiene una cultura visual. Cuando uno pasea por la ciudad, se da cuenta de que en muchas partes abundan las imágenes de personas y de cosas.
Por ejemplo, en la pantalla de un cajero automático puede aparecer el dibujo de un personaje que virtualmente atiende al cliente.
Los restaurantes y cafeterías también son lugares en los que típicamente abundan los dibujos o maquetas para explicar qué ofrecen. Muchos de esos establecimientos de comida o de bebida cuentan con un escaparate donde muestran sus platos representativos en forma de maquetas o, si no, al menos tienen fotos en las cartas o en las paredes, que visualizan lo que pueden pedir sus clientes.
Me impresiona esta área céntrica de Osaka porque hay muchas maquetas y algunas de ellas están incluso en la calle. No es una zona elegante, pero realmente está llena de energía.