Al probar este plato aparentemente demasiado sencillo, mi marido me preguntó sorprendido: «¿qué tiene esto?» Yo le contesté: «col». Y mi marido, «¿y qué más?». Yo: «col…col…y harina, sal, un poco de agua…»
Es todo lo que tiene, pero sabe como si tuviera más cosas. Él dijo que le recordaba a palomitas o a galletas de arroz.
«Sak-sak» no es un nombre de ningún plato típico japonés, sino una onomatopeya que se refiere a la textura crujiente, ligera y agradable.
El japonés es un idioma que utiliza muchas onomatopeyas. Cuando hablamos de la comida y su sabor, tampoco es una excepción. Sobre todo, la textura o la sensación que experimentamos en la boca se expresa de varias maneras. Por ejemplo, la comida que hace «sak-sak» sería patatas fritas, galletas, «okaki» (aperitivo salado japonés hecho de arroz), croquetas recién hechas, etc.
La receta de hoy también tiene una textura ligera que hace «sak-sak» en la superficie, mientras que por dentro tiene un sabor suave y dulce de col. Lo mejor de todo, como siempre, es que es un plato rápido, fácil y económico.
Ingredientes (para 4 piezas)
- 100 g de col rizada
- 1/2 cucharadita de sal
- 3 cucharadas de harina
- 1 cucharada de agua (añadir más si hace falta)
- 2 cucharaditas de aceite
- Picar la col en cuadraditos de un centímetro de ancho.
- Mezclar bien con la sal y dejar unos minutos hasta que empiece a aparecer un poco de agua en la superficie de la col al entrar en contacto con la sal.
- Añadirle harina y agua y mezclar. Si queda demasiado seco, añadir un poco más de agua. (No mezclar demasiado.)
- Calentar aceite en una sartén y con la ayuda de dos cucharadas poner una porción de la masa, dándole una forma redonda plana .
- Asar a fuego medio-bajo ambos lados de la masa hasta que estén dorados.